Doctrinas de los Cirenáicos

Resumen de doctrina de los Cirenáicos

• El placer es el bien supremo y motor de la vida. La felicidad (eudaimonia) se reduce al placer que se obtiene y se disfruta al instante, hay que gozar el placer cada vez que se presente a nuestro alcance, porque un placer perdido, no vuelve más (hedonista en sentido estricto). El placer es la virtud (arete), es la naturaleza del alma.
• Sócrates decía que únicamente la ciencia y la virtud eran bienes en si, el placer podría serlo también pero solo en el caso de que se integrase en una vida regida por el conocimiento. La virtud socrática para ellos es un medio y un instrumento para el placer y se reduce al autodominio (enkrateia)
• El placer físico es superior al psíquico, al igual que el castigo físico es superior al psíquico.
• El placer es un movimiento leve mientras el dolor un movimiento violento. La ausencia de movimiento constituye el éxtasis, semejante al que duerme y por tanto ni placentero ni doloroso.
• Rechazaron investigaciones científicas y matemáticas por ser superfluas y ninguna relación con el bien y la felicidad. Redujeron a lo esencial las indagaciones lógicas.
• Fueron fenomenistas que redujeron el conocimiento de las cosas a sensaciones.
• Autodominio del placer. El convertirse en victima del placer es deshonesto. El dejarse llevar por ellas cuando se están satisfaciendo es malo.
• El conocimiento es relativo (coincidian con Protagoras). Es verdadero, decían, aquello que aparenta ser verdadero; de las cosas en sí nada podemos conocer. A partir de esto, se vieron llevados a sostener que podemos conocer únicamente nuestros sentimientos, o la impresión que las cosas producen en nosotros.
• Ruptura respecto al Ethos de la Polis. En las ciudades solo dos papeles los que mandan y obedecen, ellos promulgan una tercera via, ser forastero en todas las ciudades. (utilitarismo hedonista).
• La doctrina la definio junto con su hija Arete, y su nieto Aristipo el Joven. Entre sus discipulos: Antipater de Cirene, Aniceris y Hegesias (Consejero de la muerte).
• Hegesias (consejero de la muerte) La felicidad es imposible. La inmortalidad del alma aconsejando la muerte para encontrar la inmortalidad

Anécdotas sobre Aristipo

Prostitutas

• ¿Por qué Aristipo, pagas a la cortesana Lais? No te das cuenta de que esa mujer entrega su cuerpo al cínico Diógenes sin pedir nada a cambio?
Aristipo respondió: “Es que yo no la pago para que no se acueste con Diógenes, sino para que se acueste conmigo?

• “Lo malo no es entrar aquí, sino no ser capaz de salir” (Sobre entrar en un protibulo - hetairas-).

• Cuando le llevaron a su cuarto tres hermosas prostitutas para que eligiese la que más le gustaba, las despidió a las tres diciendo: “Ni aun Paris pudo elegir una entre tres”. Las sacó hasta el vestíbulo y las echó. Tanta era su facilidad en recibir o no recibir las cosas.

Adular a poderosos

• Cuando a Aristipo le reprochaban vivir a expensas del tirano Dionisio, él que había sido discípulo de Sócrates, Aristipo respondía:“Cuando tuve necesidad de filosofía, fui con Socrates, pero ahora lo que necesito es dinero”.

• En una ocasión, Aristipo se echó a los pies del tirano para ayudar a un amigo. Le reprocharon que lo hiciera y Aristipo respondió: “Yo no tengo la culpa de que Dionisio tenga las orejas en los pies”.

• Una vez que Dionisio le escupió encima, lo sufrió sin dificultad; y a uno que se asombraba, le dijo: “Los pescadores se mojan en el mar por atrapar una mojarrita, ¿y yo no me dejaré salpicar saliva por atrapar una ballena?”.

Otras

• Veía la amistad: no como una obligación o un deber, sino como un placer y una elección. Aristipo, en una ocasión en que unos amigos estaban desconsolados, les dijo: “No vengo aquí a compartir vuestra pena, sino para acabar con ella”.

• Una vez Aristipo compró lana, y la colocó en el platillo corto de su balanza, como para ganar una fava por cada treikonos, pero cuando la vendió, cambió los platillos como para entregar una fava menos por cada treikonos. Y a un discípulo que lo criticaba, contestó: los pescadores se mojan para atrapar una mojarrita. ¿Y no cambiaré yo los platillos para ganar 25 óbolos?.

• “Poseo el placer, pero no soy poseído por él”.